De sentimientos y palabras

Un año diez meses llevamos juntos desde que llegaste hasta este mundo. 37 semanas antes empezamos la aventura. Todo cambió aquel día. Estaba segura que estabas ahí. Le dije a papá que parara en la farmacia porque necesitaba una medicina, compré una prueba de embarazo. Los dos minutos más largos de mi vida. Y entonces lo confirmé.

Desde entonces fuiste el cambio más importante en mi vida. Fuiste la razón más fuerte. Fuiste la alegría más grande. Fuiste la prueba más dura. Fuiste el miedo más profundo.

Fuiste el motivo más claro. La vida cambió. La mía y la de papá.

¡Qué responsabilidad más fuerte! ,¡Qué miedo a equivocarme siento!

Se que a partir de que llegaste a mi cuerpo todo importa, todo sientes. Y desde entonces me preocupaba por que supieras que el mundo es hermoso, que vendrías a un lugar que ni en sueños podrías imaginar. Quería que supieras que vendrías a un mundo de colores, de sonidos hermosos, de personas increíbles, de experiencia únicas, de amor infinito.

Te ponía música y sonidos cerquita de la panza para que escucharas, te gustaban. Lo se. Te contaba de olores y sabores... de momentos, de espacios, de personas.

Luego llegaste. Y desde entonces no quiero que sepas de nada más que no sean buenas cosas. Cosas lindas. Cosas que te hagan creer en lo que te conté.

Quiero que crezcas sabiendo que la sonrisa y las bellas palabras son las mejores armas, si es que llegas a pensar en una. Quiero que crezcas y sepas que la compañía de un amigo es más valiosa que cualquier moneda. Quiero que crezcas y conozcas de amores, de viajes, de mundo.

Sabes hijo, el mundo es hermoso. Dios nos lo regaló. Nos dio este espacio para hacer de nuestra vida pura dicha.

Quiero que conozcas de naturaleza, disfrútala, cuídala es un regalo hermoso.

Quiero llevarte de la mano a conocer el mundo, a contarte historias, a escribirlas contigo. Quiero que escuches palabras inspiradoras, que conozcas personas únicas, que crees experiencias tuyas.

El sentido de mi vida cambió el día que supe de ti. Comprendí el poder de mis palabras como madre, entendí la fuerza de mi sonrisa. Descubrí la importancia de mis manos, lo grande de mi corazón, lo incansable de mi cuerpo, la riqueza de mi mente, lo imprescindible del alma.

Quiero caminar a tu lado, verte crecer, verte descubrir, guiarte en tu camino del aprendizaje, hablarte sobre los temas trascendentales de la vida, sobre el amor, sobre el miedo, sobre la muerte, sobre Dios. No permitiré jamás que tengas una idea equivocada tuya, o del mundo. Ni que nada te quite la ilusión con la que te veo cada día de aprender, de conocer, de investigar, de crear.

Qué responsabilidad tan grande saber que somos tus maestros. Dios nos ha dado una gran tarea. La mejor de todas. ¿Que si estoy preparada? a veces lo dudo. Pero siempre estás tu para recordarme que vamos bien, mientras vayamos juntos. Nada me lo demuestra más que tus besos enmielados y tus manitas alrededor de mi cuello. Tu dulzura.

Eres demasiado amor en un envase muy pequeño. Consérvalo. Es el sentimiento que nos hace humanos. El amor mueve montañas. Cree en él. Cree en ti.

Vive siempre agradecido.

Te amo.

Mamá.

Ana C.