top of page
  • Black Facebook Icon
  • Black Instagram Icon

Bonita

  • Foto del escritor: anac
    anac
  • 8 jun 2019
  • 3 Min. de lectura

Bueno pues ayer leí en el grupo de mamás que sigo en FB un mensaje que decía algo como “mamás sinceramente, cuanto tiempo después de tener a tu bebé te vuelves a sentir bonita? El mío ya tiene 6 meses”...

Sentí mi corazón hecho bolita como cuando arrugas una hoja de papel...

Mis amigas y yo teníamos esta palabra que usábamos en prepa, cuando te levantabas y te veías al espejo y decías hoy amanecí bonita! No siempre pasaba, pero de vez en cuando decías “hoy es el día” para nosotras era “hoy amanecí tornasol”...

Días tornasol en prepa tuve millones y ese día caminaba segura, levantaba la mano en clase, me animaba a hablarle al niño que me gustaba y bailaba en el recreo...

Conforme pasaron los años la vida se volvió acelerada y los días tornasol reducidos...

Cuando me casé los días tornasol se hicieron más frecuentes. Ese día usaba lipstick rojo probablemente bajo mi falda hubiera un liguero y usaba el tacón más alto que tuviera sabiendo que mi esposo sabía que yo sabía que ese día me sentía tornasol... (obvio Sergio para esos entonces ya conocía la palabra clave, porque él también tiene esos días)...

Un buen día me embaracé. Los primeros tres meses más que tornasol fueron en blanco y negro y tonos grises... el achaque no se iba y había una nube gris sobre mi. Los siguientes tres meses fueron colores pastel. Esperaba un bebé pero nunca sentí el famoso “pregnancy glow”. Desconocía mi extraño cuerpo y sin duda no me veía tornasol. Los siguientes 3 meses enfermé, lejos de verme “bonita” me veía pálida, ojerosa, y jodida. Y entonces fui mamá. Y los primeros meses me sentía una parte del día a color, otra blanco y negro, otra gris, otra con un desbalance de tonos, colores y sombras... pero no, mis días tornasoles no llegaban aun. Sin duda los extrañaba.

Junto con el parto vino la depresión postparto. De días tornasoles ni hablamos. Y entonces por mucho tiempo me sentí gris y opaca.

Un día me propuse volverme a ver en el espejo y sentirme de colores. Que necesitaba? Mucho. Muchas cosas. Mucho tiempo. Mucho ánimo. Y no. No los tenía.

Me comprometí a por lo menos agarrar las acuarelas de mi vida y pintar lo que fuera. Así que empecé por ir a gimnasio. Buscar un nuevo cuerpo que me hiciera sentir bien conmigo. No el mismo de antes. Ese jamás regresó. Es lógico! Ningún espacio de uno en donde metas dos queda como antes! Así que eso más vale aceptarlo. Pero si podía agarrar un pincel y pintar de un nuevo color ese cuerpo tan maravilloso que había dado vida!

Lo segundo que hice fue mejorar mi alimentación. Tomar agua. Descansar en la medida de lo posible. Nutrir mi piel desde adentro. Mi cabello. Mis uñas. Mis ojos. Mi humor. Mi ser. Y entonces poco a poco comencé a sentir color en mi.

Lo siguiente que hice fue enjuagar el pincel para tomar un nuevo color. Y busqué ayuda. Busqué de quién apoyarme para tratar esa depresión. Busqué a un profesional. A un sacerdote. A mis amigas. A quien fuera con quien pudiera hablar y sentirme mejor. Con quien pudiera soltar, enjuagar, limpiar...

Me sentía más coloreada pero lejos de sentirme tornasol aun.

Por último y ya que yo me estaba sintiendo de colores, un día tomé a mi bebé y comprendí que él era la razón de todo. Él era quien me podría colorear completamente. Quien llenaba mi lienzo de vida. Al entenderlo a él y a mi como mamá dejé de ver mi cuerpo y mi cara con anteojos empañados y polarizados. Los veía con lentes de aumento, a color.

Y entonces, comencé a sentirme bonita. Una mamá bonita. Una mujer bonita. Una persona bonita.

Bonita porque hago algo bonito. Bonita porque a él le digo cosas bonitas. Bonita porque por él siento cosas bonitas. Bonita porque ejerzo la profesión más bonita de todas. Bonita porque si, aunque tenga un chongo mal hecho, y una bata, el me ve y suspira porque sin duda para él soy la más bonita!

Y entonces, cuando comprendí que no es “estar bonita” sino “vivir bonita” lo que hace que brille, fue entonces cuando mis días tornasoles volvieron.





Comentarios


bottom of page