Dicen que cuando me volví mamá cambié....

Dicen que cuando me volví mamá cambié... lo dicen para bien? O lo dicen para mal?

Y que? Como lo digan tengo que decir que tiene toda la razón.

Y Gracias a Dios que me volví mamá. Y Gracias a Dios que cambié.

Me gusto más ahora. Aunque mi vida para mi (y tal vez para el mundo) sea caótica.

Porque todo el día corro, porque nunca tengo tiempo. Porque por más horas que le quiero sacar al día tengo las mismas 24 de siempre y no, no me alcanzan.

Gracias a Dios que cambié porque ser mamá me volvió mejor ser humano.

Veo a mi hijo en cada niño que me topo. Me veo a mi en cada madre que veo... y eso me vuelve empática con ellas y sus hijos. Ahora se por lo que pasan, ahora se por qué su hijo hace tal berrinche o dice tal o cual cosa y se lo que ella está sintiendo en el transcurso.!

Ahora se lo que se siente querer hacer algo y no poder porque no depende de ti... y no, no quieres quedar mal ni era tu intención faltar a ese compromiso, pero simplemente no pudiste llegar y no puedes juzgar sin saber que hay detrás de ello.

Ahora se el verdadero poder de la palabra “NO” . “No quiero ir”, “No le digas eso a mi hijo”, “No es no” (si saben de lo que hablo con esta última). Y no es que me guste esa palabra pero es que desde que soy mamá siento el poder para usarla y bien usada!

Ahora entiendo el poder de la mirada. Esa con la que mi pequeño se calma cuando necesita apapacho, o mejora su comportamiento cuando necesita corregirlo.

Ahora entiendo el poder de mi ejemplo. Hacer las cosas bien porque alguien sigue absolutamente todo lo que hago y digo..... y pienso.

Ahora entiendo el valor de la familia, el lazo tan fuerte de esta unión, el descanso que nos damos entre nosotros y la fuerza que podemos tener juntos.

Ahora me preocupo por el futuro. “Que planeta le vamos a dejar a nuestros hijos?” era una frase sin sentido hasta que los tuve. Por que ahora realmente me preocupa tal cosa. Quiero un planeta sustentable, un país estable, un mundo bueno para él... para todos ellos, para toda su generación. Porque quiero que le vaya bien.

Me comencé a cuidar yo porque quiero tener vida para él! Para verlo crecer y darle buen ejemplo. Un ejemplo de comida sana, de cuerpo y mente en equilibrio, de espíritu en paz. Empecé a cuidar mi alimentación, mi vida en general y sobre todo mis pensamientos.

Me alejé de lo malo de mi vida, situaciones y compañías porque no creo que mi hijo merezca que yo me contamine y le traiga contaminación mental a él.

Y es que cómo no vas a cambiar cuando tu resonsabilidad es tan grande? Son tantas cosas; es tan grande el amor que no puedes ser la misma. Son tantas cosas que cuidar, hay tantas cosas por enseñar.... te vuelves maestra por naturaleza!

Yo con mucho gusto digo si, si he cambiado, ahora soy madre! Y no, no me importa si te gustaba más antes de ser mamá. Esta es mi mejor versión y para bien o para mal, ya no hay vuelta atrás, una ves que te vuelves madre lo serás para siempre y el cambio es total y completamente permanente.

AnaC.

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#mamáenletras

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Cuéntame si te han dicho algo asi?!

“Desde que eres mamá cambiaste”

“Ya nunca haces esto o aquello”

“Eras mas divertida antes de ser mamá”

Y miles mas.....!!!