top of page
  • Black Facebook Icon
  • Black Instagram Icon

Mis notas de la noche

  • Foto del escritor: anac
    anac
  • 25 feb 2019
  • 3 Min. de lectura

Y me quedé pensando desde ayer solo que ya no quise seguir escribiendo sino ahí amanecía....


A veces cuando nos sentimos cansados, agobiados, con pesadez, con dudas, con ánimos bajos, con algún malestar físico, pensamos que nosotros somos los enfermos y que tenemos que curarnos porque nos duele esto o nos sentimos mal de aquello... pero... es que tal vez no hemos puesto suficiente atención a nuestro alrededor y hay algo más que nos está haciendo sentir así y lo que tenemos no es más que su reflejo.


Tal vez debamos curar a nuestra casa. Sacar tanta acumulación innecesaria de bienes materiales que no nos llenan, que quitan espacio y dinero, que entorpecen nuestro andar, que nos traen recuerdos que nos harían vivir más livianos si los dejáramos ir... tal vez la casa necesita alivio.


Tal vez debamos curar alguna relación. Buscamos estar bien cuando a lo mejor lo que nos enferma es recordar el momento de aquella pelea con nuestra amiga. O aquel distanciamiento con la hermana o la madre. Tal vez nosotros estamos bien pero hay esta relación tóxica en nuestra vida que nos da una ola de mala energía, una relación que en lugar de sumar nos resta... es momento de sanarla.


Tal vez debamos sanar pensamientos. Y es que físicamente estamos bien, pero qué pasa con estos pensamientos que nos envenenan el alma? Ahí vamos pensando cosas negativas. O cargando preocupaciones innecesarias. Los pensamientos son parte de nuestra salud mental. Debemos acostumbrarnos a tener pensamientos de calidad, aquellos que nos aporten ideas prósperas, sueños vivos, ganas de todo, y evitar los que nos envenenan, nos cansan, nos involucran en un círculo vicioso sin salida en el que cada día somos más tóxicos para nosotros mismos y los demás.


Tal vez nos toque sanar actividades. Aquellas que no nos gustan, aquellas que hacemos porque “debemos de hacer” pues entonces hay que buscar la manera de hacerlas con agrado o sustituirlas por otras más motivantes. Buscar actividades que nos hagan sentir felices, recrearnos, crecer y hacer un bien social. Quizá debamos ya alejarnos de actividades viciosas, actividades que desgastan nuestro cuerpo, almas, mentes y relaciones.


Quizá debamos sanar nuestra alma y espíritu. Buscar nuestra propia luz que tal vez perdimos en alguna parte de nuestro andar. Debemos mirar hacia adentro. Hablarnos. Mimarnos. Orar. Meditar. Tener este momento de paz, buscar tranquilidad y equilibrio para nosotros y nuestras almas. Es momento de hacer introspección, llevar nuestro núcleo a un estado de relajación y paz para poder vivir en armonía de adentro hacía afuera.


Tal vez debamos curar amistades. Redescubrir aquellas que fueron buenas pero olvidamos. Sanar esas que nos hacían fuertes pero dejamos de frecuentar por nuestro ritmo de vida. Buscar ese pilar importantísimo de nuestra vida y resanar con cimientos fuertes la amistad que nos sostiene en momentos de desasosiego.


Tal vez nos toque salvar vidas. Tal ves es hora de darnos cuenta de que la vida se nos va en un segundo. Es hora de salvarla. Hacernos cargo de la nuestra. Abrazarla. Amarla. Compartirla. Salvar nuestra vida y de ser posible a la de a lado. Quizá nos toque ahora salvarnos a nosotros mismos de nosotros mismos, a los demás de nosotros mismos o a los otros de ellos. Salvemos vidas. Hagamos eso por nosotros, por nuestros hijos, por nuestro mundo. Preocupémonos por nuestra vida y las ajenas. Procupémonos para bien. Ocupémonos. Ayudemos a mejorarlas. Sembremos y cosechemos buena vida. Dejemos huella. ✨


AnaC.




 
 
 

Entradas recientes

Ver todo

Comentários


bottom of page