Un 31 de enero
- anac
- 19 jun 2018
- 2 Min. de lectura
Yo ya le hubiera dado tres nalgadas....
En mis tiempos se arreglaba con un cintarazo....
Déjalo que llore solo en el piso...
Agáchate y habla con él viéndolo a los ojos...
Dale lo que quiere para que ya se callé...
Abrázalo fuerte...
Y mil una frases más que me han dicho pasaban por mi cabeza mientras veía a mi niño de un año y medio rojo del coraje por alguna razón que yo aún no lograba descifrar...
Es que ahora asi vienen...
Es la luna, afecta a todos....
Asi son los niños de ahora...
Es la alimentación...
Es que le das todo y lo tienes chiple...
Ya te tomó la medida....
Todos opinan... en especial los que no tienen hijos.
Hoy fue unos de esos días... de esos que no alcanzas a ver la luz...
De esos que tienes ganas de encerrarte sola en la alacena y terminarte el frasco de nutella a cucharadas y chupar el bote... pero no puedes por que en el segundo 1 ya estas escuchando “mamá” y viendo unos piecitos intentando abrir la puerta...
Hoy fue uno de esos días en que dan las 8 y sientes que son las 3am..
Uno de esos que sientes que te apalearon ... que no sabes si vas o vienes... y que podrías también tirarte al piso a llorar o hacerte bolita en la cama si tuvieras un segundo.... pero no lo tuviste...
Uno de esos que no sabes si lo estás haciendo bien o si ya la regaste y estas condenada a tener un hijo berrinchudo y que te conteste y haga lo que le de su gana toda la vida. Sabes que no es asi, pero aún asi dudas de ti y te da miedo.
Hoy terminó mi hijo llorando adentro de la casa y yo afuera, uno sentado de cada lado recargados en la puerta, agotados, tristes, haciendo berrinches y sin entendernos. Yo sintiendo que le fallaba, él sintiendo algo que yo pienso que era miedo.
Hoy me sentí agotada, fastidiada y con nula paciencia.
Hoy fue un día difícil, de esos que te ponen a prueba.
Pero ahora que el día está por terminar y el bebé duerme, no puedo recordar qué fue lo difícil; ¿por qué estuve tan enojada?, ¿cómo fue que perdí tanto la paciencia? Si lo único que recuerdo son risitas vagas, “mamás” llenos de amor, deditos enmielados y besos que me dejaron el cachete mojado.
Todos tienen una opinión sobre como educar a un hijo.
Todos siempre piensan que lo pueden hacer mejor que lo que tu estás haciendo. Nadie entenderá tu forma de amarlo, de entenderlo, de lidiarlo, de acompañarlo, de educarlo, por que hay tantos estilos, tantas corrientes, tantas formas, pero de una cosa estoy segura, educar y criar con amor nunca será el camino equivocado.

Ana C.
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