Taller Educar sin gritos, Tema 3
- anac
- 13 feb 2019
- 4 Min. de lectura
Hola a todas, y gracias por seguir aquí y ser de las mamás que como yo y como muchas nos preocupamos por la buena educación de nuestros hijos.
No puedo dejar de recordarte que todo este material no es mío sino de Laura Monge quién imparte el taller "Educar sin gritos" vía online a través de su sitio web www.mistrucosparaeducar.com . Este texto es un resumen de su curso, el cuál estoy tomando actualmente. Si te interesa tomarlo, ya que en este resumen corto no viene el material de apoyo, el PDF, el audio ni tienes acceso al grupo de apoyo, te recomiendo entrar a su sitio y ponerte en contacto con ella para tener información sobre nuevos talleres y fechas de inscripción.
Te dejo nuevamente su currículum para que sepas quién es y porqué me decidí a tomar el curso con ella.
Laura Monge Barrio, mamá de 5 hijos, Licenciada en Farmacia por la Universidad de Navarra, doctora desde el 2015 por la Universidad Miguel Hernández, Máster en Neuropsicología, Inteligencias Múltiples y Mindfulness en educación temprana y niños, y Máster de Formación del Profesorado de Educación Secundaria y Bachiller.
Tiene un blog sobre crianza desde el 2011 donde comparte ideas de educación que pone en práctica en casa, que ha leído o que le han contado.
Tema 3: Cerebro superior e inferior; la amígdala
El cerebro inferior, resulta ser más primitivo, en el tienen lugar las funciones más primitivas como la respiración, o el latir del corazón y también es donde se desarrollan funciones como los impulsos, los reflejos y las emociones fuertes como ira y miedo.
En el lado superior tienen lugar los procesos mentales más elaborados como el pensamiento o la imaginación.
Como padre, queremos para nuestros hijos un cerebro bien integrado permitirá a la parte superior manejar las emociones de la parte inferior.
Al nacer, el cerebro inferior está completamente desarrollado. Sin embargo, el cerebro superior inmaduro al nacer se construye durante los primero años de vida, y se desarrolla al 100% hasta los 20 años.
El cerebro superior tiene que ver con la amígdala, neuronas, quienes procesan y almacenan emociones. Es la parte del cerebro que nos permite actuar antes de pensar. Sin embargo en la mayoría de las veces preferimos actuar antes de pensar, a menos que nos encontremos en situaciones de peligro. Sin embargo, sobre todo en los niños, la amígdala se pone en marcha con demasiada frecuencia, bloqueando la comunicación entre el cerebro inferior y el superior. Es muy importante conocer eso.
Ejemplo:
Cuando tu hijo de 2 años, cansado de la guardería, pide una galleta y esta se cae al piso, no tiene más remedio que tirarse al piso a llorar, estirarse y gritar, en ese momento, la amígdala ya hizo su trabajo y ha bloqueado cualquier comunicación de ambos lados del cerebro, por lo cual, la recomendación es hablarle bajito y vigilar que no se haga daño por un momento. Saber lo que le está pasando nos da las herramientas para sobrepasar la crisis.
Debemos intentar dirigir su atención a otro lado. Cuando haya pasado la crisis es importante explicarle por qué fue que sucedió, hablar sobre como manejarlo y buscar evitarlo en siguientes ocasiones, es decir, detectamos que el niño llega con mucha hambre, entonces procuramos tenerle una botana saludable al pasar por él a la guardería o tenerle la comida lista al llegar, así evitamos llegar al punto del enojo máximo.
Es importante explicarles y hablarles sobre su cerebro. Podemos hacerlo utilizando nuestra mano, explicarle que el cerebro está dividido en dos utilizando nuestros dedos y que nuestros dedos (parte superior) deben abrazar al dedo gordo (parte inferior) para calmarnos y tener control de la situación y una vez que lo entienda cuando tenga una crisis podemos mostrarle nuestra mano para que ella recuerde lo que le está sucediendo. Recuerda hacer esta explicación en un momento de calma.
Finalmente Laura nos deja estas 5 conclusiones:
1. Si nuestros hijos conocen el funcionamiento de su cerebro, podrán entender que al igual que ellos nosotros también necesitamos un tiempo privado para reponernos luego de una crisis.
2. Cuando nuestros hijos se conocen mejor pueden entender que es normal lo que les pasa, y que necesitan hacer un esfuerzo para recuperar el control. Los famosos tiempos fuera en su habitación.
3. Recuerda que en situaciones de crisis nuestros hijos están controlados por el cerebro inferior sin poder acceder al superior, así que evita los sermones. Una ves superada la crisis puedes hablar con ellos.
4. La primera vez que intentes solucionar una crisis por esta vía tus hijos se sentirán desorientados y pueden actuar de manera retadora por un largo espacio de tiempo, incluso horas. Se paciente. Vale la pena.
5. Cada situación de caos es una oportunidad nueva para intentarlo.
Ejercicios:
1. Habla con tus hijos del cerebro vertical.
Habla con ellos sobre las emociones.
Puedes explicar el cerebro con un dibujo.
Explícales que a ti también te puede ocurrir lo mismo y que les pedirás un tiempo y espacio que te gustaría que respetaran.
2. Cuando estés en medio de una situación de crisis recurre a tu cerebro superior antes de ceder ante el inferior, si tus hijos ven que puedes regularte ellos lo harán.
3. Antes de dormir nombra 5 cosas buenas de su día.
4. Sonríe. Es fundamental en la educación.
Espero que te sea de utilidad, ¡nos vemos en el siguiente tema!
AnaC.
Si quieres compartir alguna duda o experiencia puedes hacerlo en los comentarios.
Puedes encontrar a Laura aquí:
Ig: @mistrucosparaeducar

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