Una pregunta incómoda
- anac
- 22 ago 2018
- 4 Min. de lectura
Luego de escribir un poco sobre la etiqueta de "los terribles dos" en los niños, de cómo percibo que mi hijo se siente, o de cómo creo que ha de ser tener dos años, una persona me comentó que le parecía interesante cómo puedo describir esa etapa de mi hijo. Me dijo, "ahora, si yo te preguntara ,¿cómo te ves a ti?, ¿cómo crees que te sientes en este momento? , ¿qué escribirías?.. y pues que buena pregunta, aquí estoy contestándola porque estoy segura que esto es algo que muchas mamás sentimos pero no siempre queremos contar por miedo, por culpa, por ese bloqueo mental que nos ponemos al sentir algo que no es perfecto con respecto a la maternidad.
Ocho de la noche en punto.
Me veo cerrar la puerta de su cuarto y dar un suspiro.
Acto seguido me tiro a la cama destruida, en posición fetal.
¿Que cómo me siento? No se por donde empezar... Se que son tantos aspectos que siento que vivo en un constante subir y bajar emocionalmente.
Estoy agotada. Agotada por todo. Agotada por el día, agotada por los meses, agotada por los años. Hace más de 17,500 horas que no he vuelto a descansar como lo hacía antes de ser mamá.
Estoy abrumada por el día pesado que terminamos juntos hace un momento mi hijo y yo.
Han sido días largos. Juntos en todo momento. Desde que abrimos los ojos por la mañana hasta que los cerramos en la noche.
Lo disfruto tanto, disfruto sus risitas, sus carcajadas, sus abrazos, sus nuevas palabras. Pero no puedo negar que son días de mucha exigencia. Días en los que no he tenido un momento para mi ni siquiera en la regadera, él es como una extensión de mi cuerpo; y no lo culpo, es indefenso, aún depende de mi y yo soy lo mejor que él tiene. Es solo que quisiera que me diera 5 minutos de vez en cuando para descansar. Que la energía no se me terminara, que luego de ver 10 veces el mismo episodio de su caricatura favorita lo viera con el mismo gusto que él. Pero hay momentos que no puedo, yo perdí la niñez hace tiempo, tengo necesidades de adulto que postergo por él quien no tiene la culpa de nada es solo que hay días que no quisiera hacerlo.
Me siento feliz, feliz por verlo crecer, feliz por verlo ser feliz, feliz simplemente por verlo existir porque sin duda es la razón mas grande que tengo para serlo y bien lo merece.
Me siento orgullosa, cada nuevo logro suyo es también un logro mío. Sé que cada cosa que aprende es un reto para el y es que lo veo tan inteligente y tan capaz, que no dejo de sorprenderme ni un segundo de sus avances y descubrimientos. Me da orgullo ser su mamá.
Siento que vivo muchos roles, tantos que me pierdo. A veces siento que exagero, no me gusta sentirme cansada o querer parar el tiempo y tener dos minutos para mi, pienso "no soy la única mamá del mundo ni la primera ni la última... debe ser normal sentirse así de confundida".
Disfruto ser la mamá, la esposa, la mujer, la amiga, la emprendedora, la maestra, la hija, la hermana, la sirvienta, la cocinera, la enfermera, la chofer, la niñera, pero a veces quisiera ponerle pausa y ser yo. Sola. Yo en mi vida sin tantas responsabilidades y cargas. Yo en libertad. Porque miente quien dice que la tiene siendo madre; la perdemos por completo. Es un acto natural, no de convicción propia. Es un acto en el que dejamos ir nuestro yo para ser nosotros para siempre.
Me siento insegura; No se si sea capaz de esto, de tanto.
Es irónico, hay días en que me siento llena y vacía al mismo tiempo, sola, de la misma soledad de la que ya he hablado antes, esa que no se va, esa que te conoce a ti pero tu a ella no. Es que cierro esa puerta sabiendo que fue un gran día y que mi niño duerme feliz en su cuna y estoy llena, satisfecha; pero me acuesto en la cama, me hago bolita y cómo añoro ser yo la niña y esas manos que me cobijaron en mi cuna.... me acuesto y deseo que me regalaran 10 horas mas en mi día pero solo para mi, para vagar en el celular, para leer el libro que dejé a la mitad hace un año 7 meses, para meter la cuchara en el frasco de nutella y comer papitas con limón y valentina viendo una tontería como "how I met your mother" en Netflix solo porque me gusta, para correr al aire libre, para estar callada sin hacer nada. Pero no, cuando él se duerme ya son las ocho, ya no tengo energía, ya llegó su papá, ya soy esposa. Sin duda es absorbente.
Si, a veces me siento perdida. A veces me siento realizada. A veces siento que estoy loca. A veces siento que tengo múltiples personalidades o algo así. A veces deseo no ser una persona que vea una grúa en la calle y piense "Una grúa amarilla" o un perro y piense "un guaguá grande"... Porque es lo que hago en automático, mi vida y mi mente siento que le pertenecen. Extraño tener pensamientos de adulto sin hijos. Pero se que esto es parte del proceso. Es una etapa. Ya me llegará el día en que hablemos de videojuegos, de tareas, de fútbol o de mujeres... Estoy consciente de eso, pero esto no lo hace menos agotador.
Es sin duda una pregunta difícil de contestar. Tengo que escarbar en donde no me gusta, y ponerle nombre a lo que me hace sentir incómoda. Pero creo que es la manera de aceptar esta parte de la maternidad. La parte que nos saca de nuestra zona de confort. Afrontar aquello que nos disgusta, aceptar que hemos perdido lo que hemos perdido o a lo que hemos renunciado y abrazar la nueva vida que nos llegó, nuestra vida de madres, en la que el segundo lugar es nuestra primera fila. No, no somos víctimas. Somos mamás. Duele. Duele serlo. Llena también. Así que si, ser mamá es agridulce. Me veo feliz porque soy una madre realizada, que cada día vence retos, muchos, que supera obstáculos, pero también acepto sin miedo que me veo en una tarea difícil, la más desafiante, la más larga, la de más exigencia de mi vida.
AnaC.
Si te entiendo perfecto, yo también pienso que ahora entiendo mejor a mi mamá. Jacobo cambió mucho mi vida, para bien, sin embargo siento que de cierta manera es un acto de amor enorme ser mamá, te roba de cierta manera tu identidad porque como lo escribí en el post de la soledad, cuando nace un bebé también nace una madre y quien eras antes de esto queda atrás. No hay manera de ser la misma persona porque ya no tienes el mismo tiempo, la misma libertad o las mismas responsabilidades. Y yo creo que es natural extrañarlo. :) Solamente las mamás entendemos esta dualidad o contraposición de sentimientos tan fuerte. Pero es hermoso jaja. Y no importa el tiempo,…
Claro y es bonito de cierta forma que para alguien eres lo único y lo máximo, yo también siento culpa de qué hay veces que no creo que la maternidad es tan maravillosa como dicen, tu bebé ya tiene 2 añitos, el mío apenas 2 meses, pero bueno ahora entiendo un poco el sentimiento de mi mamá en muchas cosas y también aunque en momentos me siento frustrada, ver a franco crecer me da sentimiento y quisiera que siempre se quedara así de chiquito, aún con todo el cambio que generó en mi vida....lo seguiría escogiendo y me supongo que eso también te pasa a ti.
Siii es una dualidad complicada!!! Yo extraño mucho ser AnaCeci y eso me causaba antes mucha culpa, trabajo mucho ese aspecto porque para mi ha sido muy difícil aunque se que Jacobo me hace inmensamente feliz!!
Hola! Ijo! Te entiendo perfecto, si es algo muy bonito pero si llegas a pensar si volverás algún día a ser sola por solo un momento. Yo no sé si volveré a ser Cristina Moreno, no solo la mamá de Franco (mi bebé).